ZAPATOS CLASICOS

La moda en zapatos va y viene… y hay diseños más clásicos (que permanecen más allá de “modas”) y otros más atrevidos e innovadores. El secreto en este caso es ser congruente contigo misma, con tu personalidad y tus hábitos. Se trata del zapato de mujer clásico, en sus diferentes modalidades, ya sea de tacón fino, plano o tipo náuticas con una pequeña cuña. Y cuando hablamos de zapato clásico no hablamos de los zapatos que podemos encontrar ahora, inspirados en modelos clásicos pero con un corte y una horma moderna, sino del tipo de zapato que nunca pasa de moda. Este tipo de calzado, que parece en peligro de extinción, aún sigue teniendo mucho protagonismo en las colecciones de las grandes marcas, dirigidas a las mujeres con poder adquisitivo alto y que guardan cierto clasicismo en su manera de vestir. Los motivos por los que siempre debemos tener a mano un par de zapatos clasicos es porque en determinadas ocasiones, se requiere que nuestro vestuario guarde una serie de normas de imagen y en casi todas ellas, la norma es la elegancia y la refinación, algo que podemos conseguir con el calzado clásico sin arriesgarnos a estar fuera de lugar o a equivocarnos con la elección de nuestro vestuario.

Para algunos, son una obsesión. Para otros, una simple necesidad. Para todos aquellos que estamos, de algún modo, en el medio, muchas veces son un motivo de dolor de cabeza. ¿Todavía no sabes de qué estamos hablando?De zapatos… 

Ya sea que los ames y los cuides como a un hijo, o sólo te acuerdes de ellos cuando tienes que ponértelos, o por qué no algo intermedio, no hay dudas de que los zapatos pueden realzar o destruir un hermoso conjunto de ropa.  

Mientras que elegir el estilo adecuado es importante, también lo es el cuidado de tus pies y de tu presupuesto. 

Si tu presupuesto sólo puede hacer frente a un buen par de zapatos, entonces que sean unos en que los dedos queden tapados –definitivamente-, y opta por el color negro o taupe (muy a la moda), o marrón oscuro o beige. Estos son zapatos neutros para cualquier época del año que se llevarán bien con cualquier prenda de tu guardarropa, y te permitirán usarlos tanto con polleras como con pantalones. 

El color de tus zapatos debería ser de la misma tonalidad que tu cinturón o más oscuro. De esta forma, obtienes un aspecto de armonía general sin dirigir la atención de los observadores hacia tus pies. 
 

Los tacones de 5 cm son suficientes para estilizar la mayoría de las piernas. Usa un mínimo de 5 cm si eres robusta, baja de estatura, o corta de piernas, para alargarte y hacerte más alta.  El tacón de 10 cm es el máximo para los negocios. El taco aguja no es apropiado, al menos que tu trabajo tenga algo que ver con estar parada en una esquina...    

Mientras más muestra el zapato, menos apropiado para los negocios es. Sandalias, mules, y chancletas no son apropiados para los negocios tradicionales. En cualquier caso, un zapato cerrado será mucho más adecuado para una situación laboral.   Mantén el zapato en relación proporcional con tu pie. Si tienes pies grandes o piernas pesadas, opta por estilos robustos con  tacones anchos. Si tienes pies pequeños o piernas delgadas, elije estilos delicados con tacos finos.

Compra la mejor calidad en materiales que puedas pagar, de modo que soporten todas las inclemencias del tiempo. Aunque tu bolsillo salga más resentido, es la mejor inversión para tu dinero a largo plazo. No te olvides que puedes llevar al zapatero aquellos zapatos que se hayan rasgado o dañado. ¿Tienes un par de zapatos favoritos que están demasiado gastados para usar y los quieres mucho como para tirarlos? Llévalos al zapatero y deja que le pongan nuevas suelas. 

Intenta comprar zapatos a mediados de la tarde noche, cuando tus pies tienden a estar en su máxima expansión, a raíz de la hinchazón ocasionada por estar de pie, caminar o correr. Ya no es necesario que los zapatos y los bolsos o carteras combinen. Sin embargo, deberían estar en la misma sintonía el uno con el otro (casual, elegante, etcétera) y reflejar el estilo de tu ropa para realizar en conjunto en su totalidad.

Entonces, ¿cuál es la lección aquí? La lección es que hay que pensar antes de comprar. Formúlate las siguientes preguntas: 

• ¿Cuánto uso voy a darles a estos zapatos?
• ¿Durarán sólo esta temporada o varias temporadas más?
• ¿Puedo usarlos con al menos tres de los conjuntos que tengo en mi guardarropa?

Si se trata de un zapato barato, producto de una moda pasajera, posiblemente estas preguntas no tengan sentido.

Pero si planeas invertir una buena cantidad de dinero, detente por un instante y medita sobre el asunto como si se tratara de cualquier otra inversión que estuvieras considerando. Si las cosas no te cierran, es mejor que no lo compres. Tu dinero servirá de más en cualquier otro lado.